Visitando las pirámides y la Gran Esfinge de Guiza
Cuando nos referimos a Egipto, las pirámides es lo primero que se nos viene a la cabeza. Esas inmensas construcciones que han dejado un legado de misterio y grandiosidad, que aún no hemos descifrado del todo y que nos preguntamos: ¿Cómo las construyeron? El enigma es la manera en que fueron capaces de transportar y colocar los bloques de piedra que las forman, los cuales llegan a pesar toneladas.
En el momento que se construyeron las pirámides en la necrópolis de Guiza, el motivo era el de crear un complejo funerario para los faraones y sus familiares, para darles el descanso eterno que merecían al ser considerados dioses en la Tierra. Existe la teoría que dice que se eligió la forma piramidal porque de esa manera sirve como catalizador de la energía del universo y ayudaba a conectar el alma de los faraones con los Dioses del más allá, elevándola hasta el cielo para convertirse en estrella.
Tanto las pirámides como la Gran Esfinge se encuentran en las cercanías de la ciudad de El Cairo, en la meseta de Guiza, a unos 25km del centro de la ciudad. Están consideradas como Patrimonio de la Humanidad, así como las únicas maravillas del mundo antiguo que quedan hoy en pie. El legado del Imperio del Antiguo Egipto, obras de arquitectura que manifiestan el conocimiento y el poder de la IV dinastía, que terminó con la era de construcción de pirámides gigantes.
La pirámide de Keops
Conocida como “La Gran Pirámide”, es la más alta con 138 metros de altura. Dedicada al faraón Keops, hijo del faraón Senefru, precursor de las pirámides de caras lisas con su famosa pirámide roja. Debido a la erosión con el paso del tiempo, ha perdido 8m de altura, ya que su altura real era de 146m. La pirámide de Keops mantuvo el título de edificio más alto del mundo durante aproximadamente 3800 años. Fue construida con unos 2,3 millones de bloques de piedra aproximadamente.
Lo más atractivo de la visita a esta pirámide son la cámara del rey y la llamada cámara de la reina, que no estaba dedicada a guardar los restos de la reina, sino que se utilizaba para albergar estatuas del «ka» o alma del faraón.
El complejo de Keops consta de un templo funerario situado en la parte alta de la meseta y otro templo en la parte baja. Además, en el recinto se encuentran 4 pirámides de menor tamaño para sus 4 esposas.
El Museo de la Barca Solar
Dentro del recinto de la pirámide de Keops, contiene la embarcación más antigua del mundo, una barca utilizada en el ritual de traslado del cuerpo embalsamado del faraón hacia la pirámide. Los egipcios veneraban al río Nilo y tenían la creencia que el dios Ra nacía en la orilla este, donde se encuentran las principales ciudades, y navegaba en una barca solar hasta que caía la noche, muriendo en la orilla oeste, donde se encuentran las necrópolis. El ritual de la barca era una forma que tenían los faraones de simbolizar el paso de la vida a la muerte.
Se encontró desmontada en 1.224 piezas y se tardó entre 10-12 años en montarla. Actualmente se han encontrado más barcas solares en el recinto de la pirámide de Kefrén.
La pirámide de Kefrén
Kefrén era el hijo de Keops y decidió seguir los pasos de su padre, construyéndose él también una gran pirámide. Ésta mide 136 metros de altura. El templo bajo se encuentra en excelentes condiciones si tenemos en cuenta de que estamos hablando de una construcción que data del s.XXVI a.C.
La pirámide de Kefrén estuvo considerada como “La Gran Pirámide” durante un largo periodo de tiempo, pero su apariencia de gigante no es más que un efecto óptico, ya que se encuentra construida sobre un terreno elevado de la meseta, haciéndola parecer que la de Keops. Es la única de las 3 pirámides que aún conserva parte del revestimiento de piedra caliza original en su cúspide. En la cámara funeraria se puede ver el sarcófago de Kefrén hecho de una sola pieza de granito.
Pirámide de Micerinos
Es la más pequeña del conjunto con sus 61 metros de altura (65 en su origen). Sigue el patrón de complejo funerario de las dos anteriores, contando con dos templos y pirámides satélite, tres en este caso, para las reinas. Micerinos, hijo de Kefrén y nieto de Keops, marcó el final de la construcción de pirámides gigantes.
Es la única de las tres pirámides de Guiza en la que se encontraron restos momificados dentro de un sarcófago de basalto. Los restos humanos sin embargo no pertenecían al faraón Micerinos sino a una mujer joven. El sarcófago de basalto se perdió en un naufragio en la costa de Cartagena en su rumbo a una exposición en Inglaterra.
Ha tenido varios intentos de ser destruida, el primero llevado a cabo por el hijo de Saladino (sultán de Egipto y Siria) quien desistió en su tarea por ser muy costosa. Posteriormente el sultán Osman Bey la dinamitó en el centro con el motivo de encontrar su entrada o alguna galería, originándole la singular brecha en el centro de uno de sus lados.
La Gran Esfinge
La famosa escultura con cuerpo de león y cabeza humana que guarda las pirámides, la esfinge de Guiza, es una escultura de 20 metros de altura y 70 de largo. Está en la lista de las estatuas más grandes del mundo.
Existe un debate sobre si su cara realmente pertenece o no al faraón Kefrén, quién la mandó construir. La cabeza es la parte que mejor se conserva debido a que está hecha de granito duro, en el resto del cuerpo podemos apreciar el desgaste por erosión que, al utilizarse distintos materiales en su construcción, se presenta diferente en cada una de ellas.
La esfinge tiene el cometido de vigilar el recinto funerario de las pirámides además de ser un símbolo de la realeza. En el antiguo Egipto se pensaba que por la noche cobraban vida y cruelmente se alimentaban de aquellos que osaban molestar el descanso eterno de los faraones y sus reinas. Se sabe que estaba pintada de vivos colores, su cuerpo rojo y tocado (nemes) de franjas azules y amarillas. Entre sus garras se encuentra la Estela del sueño, que narra cómo el príncipe Tutmosis IV, habiéndose quedado dormido cerca de la esfinge, soñó que ésta le hablaba prometiéndole hacerle rey si la restauraba. Al se proclamarse rey, llevó a cabo la primera restauración de la Gran Esfinge que se hizo en la historia.
Consejos para visitar las pirámides y la Gran Esfinge
Deberás prepararte diferente según la época del año que escojas para visitar las pirámides y la Gran Esfinge de Guiza.
En verano es esencial que lleves agua y comida, así como ropa de colores claros, un sombrero, gorra o pañuelo para evitar los golpes de calor. Ten en cuenta que las temperaturas pueden alcanzar los 40 grados. ¡La crema solar es imprescindible! En invierno, considerado como la temporada alta, la temperatura suele rondar los 17-20 grados. Una chaqueta y un pañuelo serán más que suficientes.
No te olvides de llevar calzado cómodo, el terreno es pedregoso y caminarás por varios desniveles.
Consejo extra: Visitar las pirámides a la hora del amanecer o en el atardecer es toda una experiencia … te quita de las horas de más calor.