Las paradas más hermosas de la ruta por el transiberiano

El Transiberiano es la línea ferroviaria más larga del mundo. Consta de 9.288 kilómetros, abarca 7 zonas horarias y se tarda una semana en llegar al destino final. Esta guía te sugiere las mejores paradas para visitar y las cosas más bellas qué ver durante el viaje. Puedes elegir las pintorescas montañas o salir a la salvaje Siberia, explorar sus ciudades y pueblos únicos y hospitalarios.

San Petersburgo

Se recomienda comenzar el viaje transiberiano en la magnífica y espléndida ciudad del río Neva. La ciudad más bella de Rusia está llena de ambiente romántico, puentes, calles tipo museo y espíritu imperial. La capital del norte de Rusia tiene una historia cultural incomparable. Es de gran interés para los verdaderos amantes de todo lo clásico: teatro, ballet y ópera. 

Incluso una semana a un ritmo acelerado no será suficiente para cubrir la punta del iceberg del patrimonio cultural de la ciudad. Edificios y monumentos de gran importancia histórica esperan ser explorados y descubiertos, incluyendo la Catedral de San Isaac, la Fortaleza de Pablo y Pedro y la Prospekt Nevsky. Los museos nacionales presentan las mejores obras de pintores rusos y europeos, concentrados en el Museo Estatal del Hermitage y la Galería Erarta; mientras que las representaciones de teatro y ópera increíblemente detalladas y apasionadas se deben experimentar en el Teatro Mariinsky. 

San Petersburgo complacerá a los fanáticos del turismo tradicional con su patrimonio cultural histórico.  Sorprenderá a aquellos que buscan un lado alternativo de la ciudad, donde los lugares de reunión secretos de los jóvenes y ciudadanos locales se abrirán de un vistazo. Imagínate que solo explorar sus atracciones más famosas, puede llevarte varias semanas.

Yaroslavl y el río Volga

Yaroslavl es la ciudad más antigua del Volga y fue fundada en 1010. El centro histórico de la ciudad ha sido nombrado por la UNESCO uno de los 24 sitios Patrimonio Mundial de Rusia. La construcción de la ciudad, que alcanzó su apogeo durante los siglos XVII y XVIII, es un excelente ejemplo de la mezcla de influencias culturales y arquitectónicas de Europa occidental en Rusia. 

Yaroslavl es la ciudad que cautivará tu vista. Incluso con sus pequeños detalles, como un azulejo discreto o un tablero pintado, escondido detrás de sus lujosas fachadas. Sus establecimientos religiosos abarcan los principales puntos de interés de la ciudad, incluida la antigua Catedral de la Transfiguración del Monasterio del Salvador, construida entre 1506-1516; la Iglesia de Elías el Profeta, con formas extraordinariamente hermosas, simples pero solemne con sus dos cúpulas blancas. 

Ekaterimburgo y los Montes Urales

Fundado por Pedro el Grande, Ekaterimburgo es conocida como la Gran División de los Urales. Los Montes Urales forman una frontera natural entre Europa y Asia, por lo que las influencias culturales y arquitectónicas de las civilizaciones europeas y asiáticas se han fusionado en este paisaje fascinante y cosmopolita. 

Hasta el colapso de la URSS en 1991, Ekaterimburgo era una ciudad secreta y cerrada a los extranjeros, debido a la presencia de la industria de defensa de la URSS. En la actualidad Ekaterimburgo es totalmente diferente en su ambiente, bullicio y cuenta con residentes cosmopolitas como Moscú y San Petersburgo, aquí podrás experimentar una Rusia más genuina, con sus numerosos edificios pre-soviéticos que suelen ser de gran interés.

Kazán

Es una de las ciudades más grandes de Rusia, Kazán es un importante centro industrial y cultural que se encuentra en la confluencia de los ríos Volga y Kazanka en el centro de Rusia. Kazán es interesante y única, ya que ha sido la capital y el centro cultural de los Volga Tatars. 

Esta ciudad ha preservado cuidadosamente el ambiente de una auténtica provincia rusa, pero su aspecto arquitectónico ha sufrido algunos cambios dramáticos en la última década. Esto quiere decir que la libertad, la piedad, la tradición y las influencias modernas se han entrelazado en una simbiosis perfecta. El punto culminante definitivo de la ciudad es la Fortaleza del Kremlin, nombrada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, con una increíble mezquita y una perfecta catedral con cúpula de cebolla.

Krasnoyarsk

Krasnoyarsk se encuentra a orillas del río Yeniséi y está rodeado de montañas pintorescas, tanto al sur como al norte de la ciudad. Aunque es posible que Krasnoyarsk no tenga lugares de interés histórico y cultural como toda Rusia, la ciudad ofrece un clima templado y constantemente da la bienvenida a los nuevos viajeros. 

Al sur de Krasnoyarsk se encuentra el Monte Karaulnaya, que ofrece una vista increíble sobre las tierras planas y la ciudad misma. Un punto destacado imperdible de detenerse en el área será una visita a su parque nacional con una serie de pilares volcánicos llamados Zapovednik, o la Reserva Natural ‘Stolby’, un destino popular para los entusiastas de la escalada en roca. Las excursiones de día o de noche junto a sus senderos señalizados y bien mantenidos te recompensará con unas vistas espectaculares que te esperan en la cima de sus pilares.

Lago Baikal

El lago Baikal es el lago más grande, profundo y diverso de todo el mundo. La región ofrece una gama de oportunidades para los viajeros, incluidas sus pequeñas casas de madera con poca comodidad y servicios, ubicadas a la orilla del lago. Tienes que probar la deliciosa Baikal omul, a base de pescado y condimentos de la región, pasear en trineo y visitar sus saunas termales en invierno, y ver nerpas nadando en su hábitat natural. 

Pocos paisajes naturales pueden superar la belleza y la grandeza del lago Baikal, y su agua pura y clara hace que las personas se sumerjan en el. El área que lo rodea  es única, y muchas de las plantas y animales que habitan en él, sólo los podrás ver aquí.

Ulan-Ude

Ulan-Ude es una ciudad siberiana única. Tiene el título de centro del budismo ruso. La ciudad es el hogar de la gran población de los buriatios, que son amables, acogedores y atentos. La diversidad cultural de la ciudad te sorprenderá por su maravillosa heterogeneidad. 

Un símbolo tácito de Ulan-Ude es el Ivolginsky Datsan, un monasterio budista ubicado a 35 kilómetros de la ciudad en un terreno llano con un telón de fondo de pintorescas montañas. Datsan simboliza el resurgimiento del budismo en esta parte asiática de Rusia, después del colapso de la Unión Soviética. El mismo Dalai Lama lo ha visitado cinco veces desde su primera gira en 1992.

Ulán Bator

Mongolia se puede visitar a través de la tercera ruta. Visitar Mongolia es muy popular entre los viajeros debido a su naturaleza intacta, vastas estepas, desiertos deslumbrantes, ganado caminando libremente, cultura nómada y gente hospitalaria. 

Algunos lugares de visita obligada incluyen: la estepa vacía del desierto de Gobi, el monasterio de Gandan, el monasterio budista más importante de Mongolia, el monumento a Genghis Khan en la plaza Sukhbaatar y el Parque Nacional Gorkhi-Terelj. El Parque Nacional Gorkhi-Terelj ofrece el hermoso paisaje de Mongolia salvaje y virgen. Es donde se puede ingresar al tradicional Ger y conocer a una familia nómada, o incluso montar a caballo, que es una parte rutinaria de la vida del mongol.

Vladivostok

Es el destino final de la ruta. La ciudad portuaria te dará la bienvenida con su famosa e impresionante estación central de tren blanco. Es un puerto militar, hogar de la flota rusa del Pacífico, ubicada en las costas occidentales del mar japonés. 

Es cautivador, con su mezcla genuina de diferentes culturas: el idioma ruso, los automóviles japoneses y la cocina asiática. Comienza tu descubrimiento con vistas a esta encantadora ciudad desde su paseo marítimo: enormes barcos, contenedores con productos extranjeros y su aire marino crean un ambiente romántico. Puedes recorrer toda la ciudad de un vistazo. Puedes viajar a través del funicular y definitivamente verás más allá de la ciudad, las partes vírgenes de la región de Primorye, incluidos los distritos de Khasan, Olginsky y Khanka.