Estambul, ciudad mágica entre mundos
La ciudad de Estambul, con casi 15 millones de habitantes, es la ciudad más grande y turística de Turquía. Además, la antigua capital de los imperios Romano, Bizantino y Otomano, y es una de las ciudades más visitadas del planeta. Todo gracias al gran patrimonio y a sus grandes contrastes al encontrarse entre dos continentes, Europa y Asia, y una de las pocas ubicadas entre dos mares, el Mar de Mármara y el Negro.
Aquí algunas reseñas de los lugares que no puedes dejar de visitar en tu visita a esta magnífica ciudad
Capilla de Santa Sofía
No es sólo uno de los lugares fundamentales de la ciudad, sino también una de las maravillas del mundo. Se trata de una impresionante mezquita de la que podemos destacar su bellísimo edificio que se inauguró en el año 360 y fue hasta 1453 una antigua basílica patriarcal ortodoxa. Actualmente, este importante lugar turístico de Estambul ha sido reconvertido en mezquita por el gobierno turco. Desde la misma se llama a la oración en alternancia con la Mezquita Azul, localizada frente a Santa Sofía, siendo un espectáculo sonoro único.
Este edificio es conocido por su enorme cúpula, que está considerada como el epítome de la arquitectura bizantina, y se dice de ella que «cambió la historia de la arquitectura». Fue la catedral más grande del mundo durante casi mil años, hasta que se completó la obra de la Catedral de Sevilla en 1520.
El interior de Santa Sofía es uno de los lugares más sorprendentes de esta ciudad: las dimensiones de la sala principal son colosales 70 por 74 metros, con una cúpula de 56,6 metros de altura y 31,87 de diámetro. Sobre las paredes y las magníficas columnas monolíticas se encuentran unos enormes medallones decorativos. A la segunda planta se accede a través de una interminable rampa creada por el emperador para subir a caballo. En ella encontraréis, además de unas formidables vistas, varios de los mosaicos más importantes del planeta, entre ellos el del emperador Constantino y a la emperatriz Zoe adorando a Cristo.
Mesquita Azul
Otro de los símbolos de la ciudad y uno de los principales edificios de Estambul es la Mezquita Azul o Mezquita del Sultán Ahmed, construida por el mismo entre 1609 y 1616 e inaugurada en el año 1617 durante el mandato de Mustafá I.
La soberbia del sultán, que deseaba una mezquita más impresionante que Santa Sofía, le llevó a construir una mezquita con seis minaretes, algo que provocó mucha polémica ya que La Meca también poseía seis. La polémica se solventó incorporando un minarete más a la mezquita saudí.
A pesar de esta rivalidad con Santa Sofía, la Mezquita Azul es más pequeña con una gran cúpula central de 23,5 m de diámetro y 43 m de altura.
En el interior hay más de 20.000 azulejos de color azul que adornan la cúpula y la parte superior de la mezquita.
Palacio Topkapi
Este palacio se encuentra entre todos los edificios más representativos para ver en Estambul. Fue la residencia principal de los sultanes del imperio otomano y sede de su gobierno desde 1465 hasta 1853 cuando el Sultán Abdulmecid decidió trasladar su residencia al Palacio Dolmabahçe, un palacio de corte occidental.
El Palacio Topkapi posee más de 700.000 metros cuadrados repartidos en varios edificios situados en torno a cuatro preciosos patios a los que se accede a través de grandes portales. Entre todas las salas del palacio destaca la del tesoro en la que se exhibe el botín acumulado por el Imperio. En dicho botín se encuentran piezas tan importantes como el diamante del cucharero, de 88 quilates que perteneció a Letizia Ramolino, madre de Napoleón, o el puñal topkapi una de las armas más valiosas del mundo, construida en oro con esmeraldas incrustadas.
Otras de las estancias al palacio que se recomienda visitar es el Harén, el lugar donde residía el sultán con su familia y sus más de 500 mujeres, todas ellas muy cultas y guapas. Las historias de conspiraciones y asesinatos de este lugar son realmente interesantes ya que estas mujeres debían acabar con el primogénito del sultán para que su hijo llegara al trono y convertirse así en la Reina Madre, la mujer con más poder del imperio.
Al igual que en Santa Sofía, un consejo muy útil es que acudáis al palacio a primera hora para evitar las largas colas.
Cisterna Basílica
De todas las cisternas que ver en este ciudad, la más conocida es la Cisterna Basílica, localizada muy cerca de Santa Sofía. Fue construida en tiempos de Justiniano I (527-565) para abastecer al Palacio Bizantino en caso de que la ciudad fuera atacada. Algunos de los acueductos que conducían el agua a la cisterna a día de hoy siguen en pie. Lo que no se conserva es la basílica en cuyo subterráneo se encontraba la cisterna.
La cisterna tiene unas dimensiones de 140 por 70 metros y se calcula que podía almacenar unos 100.000 m3 de agua. Antiguamente se visitaba en barca, sin embargo hoy en día la visita se realiza a través de pasarelas habilitadas.
La Basílica Cisterna posee 336 columnas de 9 metros de altura entre las que destacan dos que tienen como base una cabeza de Medusa y aunque esto puede dar lugar a mitos y leyendas, lo cierto es que fueron colocadas solo con fines prácticos. Es, sin dudas, uno de los lugares más importantes y visitados en Estambul.
Gran Bazar
El Gran Bazar es uno de los mercados más grandes y antiguos del mundo, y uno de los mejores lugares donde comprar y ver en Estambul. Tiene más de 58 calles y 4.000 tiendas. El interés que despierta tanto en los turistas como en los turcos hace que este lugar reciba diariamente entre 300.000 y 500.000 visitantes.
Os gusten o no las compras, el Gran Bazar es un lugar que os aconsejo visitar ya que es uno de los lugares más importantes que ver en Estambul y de comercialización tradicional en el mundo.
Mezquita de Süleymaniye
En lo alto de una colina, dominando toda la ciudad, se encuentra una de las más importantes mezquitas que ver en Estambul, la Mezquita de Suleiman.
Construida en la década de 1550 bajo las órdenes del sultán Solimán el Magnífico, fue (hasta la construcción en 2016 de la Mezquita de Çamlıca) la mezquita activa más grande e imponente de todo Estambul. El complejo, de alrededor de 70.000 m2, comenzó a construirse en 1550 y finalizó en 1557, y llegó a competir en tamaño e importancia con Santa Sofía.
Este imponente edificio se encuentra a pocos pasos del Gran Bazar y desde su mirador podréis contemplar unas magníficas vistas del Cuerno de Oro. Esta mezquita probablemente sea la que posee la decoración más bella en su interior. Como curiosidad se menciona que las grandes lámparas se encuentran colocados huevos de avestruz para espantar a las arañas.
En sus jardines encontraréis un cementerio y las tumbas de Solimán y su esposa Roxelana.
Torre Gálata
En lo alto de una colina dominando el horizonte se encuentra la Torre Gálata, una de las construcciones más bellas que ver en este ciudad, en cuyos orígenes en el 528 hacia las funciones de faro. Se trata de una de las torres más antiguas del planeta, considerada uno de los monumentos de Estambul más importantes. Cuando se construyó, se convirtió en la estructura más alta de la ciudad con 66,9 m. Sin embargo lo que más sorprende es su diámetro de 16,45 m en la base, con 8,95 m en el interior, además de la anchura de sus muros con 3,75 m en la base, aunque en la parte alta no llegan a los 20 centímetros.
La torre posee un mirador de 51,45 m de altura al que se accede a través de un ascensor y desde donde obtendréis unas magníficas vistas de 365º de Estambul.
Nuestro concejo eso que si llegáis andando desde el Puente Gálata la subida a lo alto de la colina es algo dura, por lo que recomiendo hacer el camino en sentido inverso, bajando desde la Plaza Taksim.