Península Valdés y su vasta fauna patagónica

Península Valdés es un lugar único y de una gran riqueza en su biodiversidad, sobre todo en su fauna patagónica. Respecto a lo geográfico este zona llama la atención en el mapa, al ser una panza saliente dentro del vasto, rocoso y casi desértico paisaje de la costa atlántica sobre la Patagonia argentina.

A continuación les compartimos algunos datos esenciales para su visita a este lugar del mundo. La ciudad más cercana e importante para hospedarse es Puerto Madryn, donde también podremos tomar toda la información turística necesaria. Hay que estar atentos al estado de las rutas cuando se decida ir y tener en cuenta que la Península de Valdés es una reserva natural protegida, y tienen horarios de visita. El puesto de entrada del parque se encuentra a unos 100 kilómetros de la ciudad de Puerto Madryn. Luego de pasar el puesto restan varios kilómetros donde la velocidad de viaje debe disminuirse ya que hay gran posibilidad de atropellar guanacos que corren libres por los campos.
Tras unos kilómetros llegamos a su lugar emblemático: Puerto Pirámide. Allí podemos desviarnos tan sólo unos minutos para conocer Península Gales donde es el lugar de alimento de cientos de flamencos. A metros nada más, podremos observar el puesto de guarda fauna de isla de las aves que, gracias a un mirador en lo alto del lugar, se pueden divisar los miles de pájaros que se encuentran habitando la Isla en el Golfo San José.
En el camino hacia Puerto Pirámides encontraremos 2 desvíos: Uno que se halla poco señalizado nos lleva a una playa desértica llamada Villariño, un lugar que se presta para acampar, y el otro camino es la continuación de la Ruta 2 donde comienza el camino de tierra y nos lleva península adentro.

Antes de adentrarnos en la desértica saliente del país hay que conocer el pueblo de Puerto Pirámides. Desde lo alto de la colina puede verse muy pintoresco: varios almacenes, panaderías que fabrican exquisiteces, alojamientos ubicados a cercanía de la playa y una innumerable cantidad de oficinas para contratar excursiones. Si no puedes por tiempo o no quieres recorrer la península se puede llegar a este lugar con vista al Golfo Nuevo,  una reserva repleta de animales acuáticos -en especial de lobos marinos -.

Ya comenzando la travesía por el árido camino de la península, el paisaje no cambia hasta llegar a Caleta Valdés. Antes del puesto de guarda parque, podemos divisar dos miradores: en uno se observan cientos de pingüinos de Magallanes en su hábitat natural y en el segundo algunos elefantes marinos. En este lugar se puede, pero desde lo alto, estar con lobos y elefantes marinos. Dependiendo la época en la que vayamos tendremos la suerte de divisar Orcas o Ballenas. Es importante recalcar que debemos visitar el lugar cuando la marea se encuentra en su punto máximo ya que los animales estarán mas cerca. Punta Caleta cuenta con baños públicos limpios y cuidados, un centro de información sobre el lugar, una casa de guarda parque y un restaurant.

Si nunca estuvieron a tan sólo pasos de lobos o elefantes marinos, este es un lugar especial ya que la senda costera nos lleva a recorrer lugares donde los animales se encuentran cercanos a la pasarela. Aquí podremos observar a los animales luchar entre sí, pescar y hasta notar el singular trato de los adultos hacia las crías de la colonia marina.

El retorno hacia el pavimento son otros 77 kilómetros por tierra, pero bastantes llevaderos ya que la máxima permitida es de 60 km/h y el estado del camino es muy bueno. Para diversión de algunos, en especial de los fotógrafos, se puede divisar, durante gran parte del recorrido, todo tipo de fauna autóctona atravesando la ruta de tierra.